Yo sé que no llegara a leer este comentario muy personal, pero no me importa que no lo lea, de todos expresare mis razones por lo cual yo no votaría nunca por usted.
Quisiera empezar tomando en cuenta la historia no solo de Guatemala si no de cualquier país latinoamericano en donde ha habido estados dirigidos por militares, en Guatemala la historia de los regímenes militares son de tristeza, represión y atraso total de las clases mas necesitadas y la comunidad intelectual reprimida callada y asesinada.
Desde la campaña contra revolucionaria lanzada desde 1954 y a partir de 1963 con el derrocamiento de Ydigoras Fuentes, las fuerzas armadas se convirtieron en el eje vertebral del estado para ejercer el terror como política de estatal. Dichas políticas son las responsables del deterioro del país como estado y nación, ya que se inculco una ideología de miedo y represión en toda la población guatemalteca, provocando la actual indiferencia y la deserción cívica que se vive en nuestra sociedad.
No me es aceptable que una persona que ha sido parte activa de esa clase de ideologías terroristas como políticas de estado quiera ser presidente de mi país, no me es aceptable que una persona que participo, organizo y colaboro activamente es una institución como el ejercito la cual se presto para ser el eje principal para la política de represión y terror durante décadas ahora se disfrace de una persona limpia, justa y democrática para llegar a ser presidente de Guatemala, no acepto que después de ser parte del problema ahora se le dé de premio ser presidente con la idea de que va a arreglar lo que por décadas la institución de la que era parte activa destruyo, no acepto que una persona que su trabajo y su estudio ha sido la guerra y la violencia contra su propio pueblo instalando la las bases para una sociedad con desigualdad social y violenta de lo cual ahora todos somos víctimas ahora de sendos discursos demagogos gritando que con el llegara la paz y la tranquilidad.
Mi sentimiento no es una simple ideología anti militar, mi sentimiento es de dignidad de justicia social de reconocimiento histórico de respeto a las miles de víctimas de la represión y el terror estatal aplicado por el ejército y sus omnipotentes miembros.
Realmente no creo que usted habiendo sido parte del problema ahora lo va a resolver y aunque su contrincante tampoco creo que sea la persona ideal para ser presidente de Guatemala, creo que no hay nada peor que usted para ser el presidente de mi sufrido, abusado y reprimido país.
Sergio Antonio Hernández Álvarez.
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